¿Quiénes somos?

Para los rarámuris, la resistencia posee un importante valor social porque de ella depende su mantenimiento cultural e identidad étnica

Somos una asociación civil constituida de forma libre, voluntaria, sin fines de lucro y con el propósito de contribuir, mediante acciones humanitarias, en beneficio de grupos vulnerables, primordialmente de pueblos originarios que se encuentran en situación de riesgo por carencias básicas de alimentación que demandan atención urgente.

Presentación

Esta labor asistencial se complementa con proyectos de desarrollo social, que a partir de un enfoque intercultural y de igualdad de género, incluyen prácticas deliberativas e intercambio de conocimientos, experiencias y valores para la construcción de consensos y el diseño de presupuestos participativos, con base en decisiones colectivas que brindan certeza, atraen prosperidad, fortalecen la cultura cívica, el ejercicio de derechos y las capacidades organizativas de las comunidades donde participamos. Además, nos enfocamos a fomentar la identidad pluriétnica y salvaguardar su patrimonio cultural.

Cuenta la leyenda rarámuri que en el origen, el Sol y la Luna eran dos niños vestidos con pencas de maguey, que vivían en una casita techada con ramas de arbustos de campo, sin luz ni compañía. Por eso crearon a los tarahumaras,

“para no estar tan solitos”.

En aquellos tiempos, Onorúame, dios del Sol, luego de crear el mundo quiso probarlo. Para ello tomó varias mazorcas, las desgranó y con el maíz formó una figura de hombre a la que sopló tres veces para darle vida. Posteriormente

hizo a la mujer, a quien le dio cuatro soplos de su aliento, ya que necesitaría más fuerza para parir a sus hijos. Así creó la raza del maíz.

Causas

Nuestra labor se inspira en la nación Rarámuri y su capacidad de resistir.

1. Por ser un pueblo originario que ha sido objeto de múltiples agresiones. Ante constantes invasiones a sus asentamientos originales, sus antepasados optaron por desplazarse hacia las inaccesibles Barrancas del Cobre. Además, las inclemencias del clima afectan sus cultivos, generando desnutrición, lo que deviene en un estado de salud precario, dolor y enfermedades. También han vivido los despojos de sus recursos naturales, la tala ilegal de sus bosques y la consecuente violencia del crimen. A pesar de todo, su forma de ser es pacífica, y su sentido de comunidad se aprecia con la admirable dignidad con la que han defendido su identidad. Su historia nos inspira para contribuir a preservar el patrimonio cultural de esta noble nación Rarámuri.

2. La resistencia de este pueblo también se explica por las profundas carencias que han experimentado y que hoy se perpetúan en los alrededor de cien mil habitantes (INPI, 2019) que conforman su población, en dónde persisten situaciones de extrema pobreza y que colocan a los municipios ubicados en la Sierra Tarahumara, cómo algunas de las localidades con los mayores Índice de Rezago Social (IRS) en México (CONEVAL, 2020). Lo que convierte a este pueblo en un grupo vulnerable de alta prioridad, que requiere la suma de esfuerzos. En la Fundación Legión Rarámuri asumimos con plena convicción este llamado a la acción para trabajar a favor de mejorar las condiciones que se viven en la Sierra Tarahumara.

3. La nación Rarámuri, cuyo nombre significa pies de corredor, ha perdurado por siglos en un territorio agreste, donde correr ha significado una forma de supervivencia y su medio de transporte primordial que los ha convertido en una legión de atletas que han puesto el nombre de México en lo alto del podium. Además, al desplegar su capacidad atlética lo hacen ataviados de sus trajes típicos, lo que ha generado la admiración de la comunidad corredora mundial y dádo visibilidad a su cultura. En la FLR buscamos potencializar este reonocimiento para movilizar recursos, combatir la pobreza y preservar su patrimonio cultural y deportivo.

Principios

1. Korima

En la tradición Rarámuri, kórima se refiere a una institución fundamental: es un principio de reciprocidad que complementa la propiedad, la libertad e independencia. Es una práctica ética y ancestral que restablece el equilibrio cuando unos tienen y otros no. Kórima es la ayuda que todo rarámuri tiene derecho a solicitar si realmente la necesita, funcionando como un seguro social. Pedir Kórima no implica préstamo ni limosna y por tanto no genera deuda, vergüenza ni humillación.

Para la fundación, kórima es el espíritu que inspira nuestras causas y el principio rector de nuestras acciones, y con ellas buscamos contribuir a mejorar las condiciones de vida de las poblaciones rarámuris en las que participamos

2. Sustentabilidad

En la FLR nos regimos por el principio de la sustentabilidad, entendida desde la ética ecológica que busca la preservación del conocimiento ancestral, que reconoce el derecho a la diferencia y a la autodeterminación de las poblaciones indígenas, así como sus históricas luchas por la recuperación de sus bienes comunes y recursos naturales. Una sustentabilidad ecológica alejada de instrumentalismos orientados a la extracción de recursos o la imposición de estructuras. Una sustentabilidad ecológica que busca recuperar un diálogo de saberes en un espacio de diversidad, empatía y de respeto, que promueve la interculturalidad y movilizan la acción solidaria. Bajo esta perspectiva es que podemos reconocer los cinco pilares de la Agenda 2030: personas, prosperidad, planeta, paz y alianzas. Mediante un enfoque integrado y multidimensional que abarca el bienestar social, inclusivo, justo, próspero y sustentable plasmados en los 17 ODS para que nadie se quede atrás y para que nadie se quede fuera.

Este principio representa un fundamento de la ética ecológica y de los valores democráticos, busca generar igualdad de oportunidades y favorecer la inclusión, integración y la equidad. La interculturalidad parte de la premisa de que no existen culturas mejores o más avanzadas y que todas las manifestaciones culturales son dignas de respeto y se caracterizan por su singularidad. La interculturalidad implica expresiones culturales compartidas, que se enriquecen a través de la migración, el mestizaje u otras formas de interacción. En la FLR, consideramos que existe un vínculo natural a través de las carreras, mediante el deporte se genera un lenguaje simbólicos que abre espacios para el intercambio de conocimientos, valores y experiencias. Se corre en libertad, sin importar raza, credo o circunstancia y las y los atletas rarámuris se han convertido en verdaderas leyendas del culto al running.

3. Interculturalidad

4. Igualdad de Género

En todo el mundo existen inequidades entre hombres y mujeres que impiden que niñas y mujeres se desarrollen plenamente y alcancen su máximo potencial. Además, la discriminación y violencia en contra de las mujeres se manifiesta de diversas formas, afectando gravemente a quienes la padecen. A pesar de que la Constitución Mexicana reconoce el Derecho a las Mujeres a una vida libre de violencia, en la realidad las mujeres no cuentan con las mismas oportunidades para desarrollarse libremente.

En la cosmovisión rarámuri, no existe desde el mito sobre el origen una explicación a las diferencias socioculturales entre hombres y mujeres. Sin embargo, sí hay nociones sobre lo masculino y lo femenino que ha llevado a la conclusión de que las mujeres son consideradas por los rarámuris como seres más fuertes o resistentes por su capacidad de engendrar.

En el pueblo rarámuri existe la tradicional división de trabajo entre los géneros, pero no es inusual que hombres y mujeres sepan realizar las mismas tareas por el aislamiento que caracteriza la vida cotidiana en la Sierra Tarahumara.

En la FLR, buscamos potencializar a las corredoras rarámuris como líderes y mentoras de las niñas y jóvenes de sus comunidades. Además, reconocemos que las mujeres rarámuris desempeñan un rol esencial cómo eslabón en la crianza de las y los jóvenes para la conservación del patrimonio cultural.

5. Rendición de Cuentas

La Fundación Legión Rarámuri, se reconoce a sí misma como un sujeto obligado a transparentar el uso de sus recursos financieros, en concordancia con lo establecido por las Normas Internacionales de Contabilidad, cuyo objetivo es reflejar la situación económica y financiera de una empresa, así como establecer la forma en que se deben registrar el uso de sus recursos.

Como una asociación civil constituida de forma libre, voluntaria y sin fines de lucro, la Fundación Legión Rarámuri es plenamente consciente de la importancia de llevar a cabo un ejercicio de rendición de cuentas, para que la ciudadanía, y particularmente, las personas que se sumen a esta noble causa con su donativo, puedan hacer un seguimiento de las actividades que se llevan a cabo y de el correcto uso de los recursos. Ello puesto que la labor que asumimos será por el beneficio social y colectivo de las comunidades en las que participamos. Así mismo, la FLR asume el compromiso de validar los reportes financieros con auditorías externas, para generar mayor certeza entre nuestros donadores y beneficiarios.

Visión

Se aspira a que las comunidades rarámuris vivan en paz y con prosperidad, libres de discriminación y con las condiciones adecuadas que les permitan ejercer sus derechos de manera plena y con justicia. También, que en su calidad de pueblo originario, se garantice su libre determinación, reconocida en la Constitución Mexicana, así como la salvaguarda de su patrimonio natural, cultural y deportivo. Que tengan acceso y oportunidades para la promoción y el fomento de su riqueza cultural, de su talento artístico y de su legado como corredores de resistencia.

Misión

Contribuir a cerrar la brecha de desigualdad que enfrentan sus comunidades mediante el acceso a una dieta suficiente y rica en nutrientes, que garantice su soberanía alimentaria, su derecho a una alimentación sana y balanceada, que aumente su calidad de vida, que ayude a erradicar las enfermedades y a mejorar su desempeño en las carreras.

Objetivo General

Construir una alianza estratégica multisectorial para movilizar recursos, recaudar fondos y donativos que aseguren la preservación del patrimonio natural, cultural y deportivo de las comunidades rarámuris dónde participamos; y con ello se atiendan temas multidimensionales desde la perspectiva de la sustentabilidad, alineada con la Agenda 2030 que contribuya a su prosperidad, a la seguridad y soberanía alimentaria de sus habitantes, a su salud y bienestar, que tengan acceso a una educación de calidad y a la promoción deportiva como un instrumento de integración social, el fomento de su cultura y tradiciones, así como a la recuperación de sus servicios ecosistémicos. Todo ello con un enfoque integral para la igualdad de género y la interculturalidad, que genere las condiciones para que estas poblaciones ejerzan sus derechos de manera plena y que nuestras acciones abonen a que las comunidades rarámuris sean parte central del desarrollo sustentable en la Sierra Tarahumara.

PROGRAMAS DE ACCIÓN

En las siguientes pestañas se presentan las tres líneas de acción:

Fomento al Deporte y Juegos Tradicionales

"Antes de la existencia de los hombres, habitaron unos gigantes capaces de recorrer grandes distancias, dejando enormes huellas de sus pisadas, reflejadas en cuevas, arroyos, cañadas y piedras. La carrera es una metáfora de los periplos de los gigantes que dejaron signos en el territorio."

A través de sus juegos tradicionales celebran el poder correr, el rarajípari, “lanzar con el pie" con una komakali (pequeña bola de madera) o juego de bola para el caso de los hombres y la rowera, una carrera de ariweta o aro en la que toman parte las mujeres. Hay carreras donde recorren hasta 250 km.

El juego cumple una encomienda celestial otorgada por Onorúame-Iyerúame (Padre-Madre, dualidad divina) para dar fuerza al mundo, el komakali o la ariweta se deben mantener en constante movimiento, imitando al sol, para que sigan girando y traiga lluvias y cosechas.Como acto social, su relevancia no es ganar o perder, lo esencial es divertirse y compartir. También se configura un espacio de intercambio donde circula su economía, por medio de los Chokéames, que fungen como los árbitros y organizadores de las carreras y como responsables de cruzar apuestas, las cuales pueden incluir telas, faldas, animales o dinero.

PROBLEMÁTICA

Este legado se está perdiendo, principalmente por por la pobreza que prevalecen en la Sierra Tarahumara.

De acuerdo al Índice de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD (2020), Batopilas se colocó en el penúltimo lugar de un total de 2,456 municipios.

Todo ello ha generado procesos migratorios que repercuten en la adopción de adicciones, situación que impide el desarrollo de la cultura física y el fomento de sus juegos tradicionales.

Atención Alimentaria a Grupos Prioritarios

“Para los rarámuri se elabora el sagrado tónari , -carne con maíz reventado- para ofrendar , agradecer y compartir”

Según la FAO, la seguridad alimentaria implica que todas las personas tienen acceso permanente a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias alimentarias. Respecto a la soberanía alimentaria, esta implica que las comunidades locales tengan el control a decidir sobre la producción, distribución y consumo de sus alimentos. En consecuencia, la Constitución Mexicana reconoce el derecho humano a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. Sin embargo, en el municipio de Guachochi, este derecho se encuentra vulnerado ya que alrededor del 45% de su población sufre de desnutrición (CONEVAL, 2020). Con base en lo anterior, nuestras acciones se concentran en ejidos de Choguita, Tatahuichi y Ochocachic que forman parte de dicha localidad; así como en el ejido de Huisuchi en el municipio de Batopilas.

Este proyecto se compone de dos estrategias: 1) De carácter asistencial que busca atender a personas que se encuentran en condiciones de desnutrición, que amenazan su subsistencia y requieren de soluciones urgentes; 2) Orientada al desarrollo de proyectos productivos que fortalezcan la soberanía alimentaria y se garantice el acceso a una dieta sana, nutritiva y permanente.Para la primera, la FLR entrega paquetes alimentarios que además de combatir el hambre, amplían la cadena de distribución y suministro de comida nutritiva para grupos prioritarios. Nuestro padrón de beneficiarios está integrado por infantes menores de seis años, mujeres en lactancia, personas con discapacidad, adultos mayores de 65 años, personas desnutridas o que estén por debajo de los índices de marginación de la CONAPO; IRS del CONEVAL; o que califiquen según los criterios de la Encuesta para Focalizar Hogares con Inseguridad Alimentaria (ENHINA) y no reciban ningún apoyo.

Por el otro lado, este proyecto busca fortalecer las condiciones adecuadas para que en estos ejidos se logren desarrollar proyectos productivos que aseguren la soberanía alimentaria mediante el acceso de los medios de producción (tierra, agua, insumos y tecnología), así como el conocimiento y la innovación para insertarse a los mercados locales y las cadenas de distribución. Con un enfoque sustentable, intercultural y de vocación territorial que implique el rescate de prácticas ancestrales, el intercambio de conocimiento y la investigación participativa y la innovación local.

Problemática

El Índice Global de Seguridad Alimentaria (GFSI) 2022, evalúa cuatro vertientes: a) asequibilidad, b) disponibilidad, c) calidad y seguridad y d) sostenibilidad y adaptación. El GFSI indica que en México, la variable disponibilidad es en donde registra su desempeño más débil, ubicándose en el puesto 54 a nivel mundial y el 10 en Latinoamérica. Esto se atribuye a un débil desempeño en la cadena de suministro. México descendió 62 lugares en la suficiencia de suministro dentro del pilar de Disponibilidad para ubicarse en el puesto 81 a nivel mundial este año. Mientras que de acuerdo con el indicador de carencia social en el estado de Chihuahua, para el 2020 el 56.3% de la población indígena tenía carencia a la alimentación nutritiva y de calidad (CONEVAL)